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Xin Xin, el último oso panda en México que podría vivir cinco años más

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Daniela

in Xin es un oso panda que fue trasladado desde Venezuela al Zoológico de Chapultepec en la Ciudad de México. A sus próximos 33 años, este ejemplar podría convertirse en el último oso panda que no pertenece a China y que habita en México, según National Geographic.

A pesar de la importancia cultural e histórica que representa Xin Xin para México, actualmente recibe menos atención y ha sido descrito por Alejandro Cegarra para National Geographic como "un panda olvidado". El zoológico prepara festejos para su cumpleaños el próximo 6 de julio, evento que representa todo un logro ya que son pocos los ejemplares que logran pasar los 30 años.

China ha iniciado una tradición de regalar pandas gigantes a diferentes naciones del mundo con las que entabla relaciones diplomáticas. Se estima que actualmente existen alrededor de 500 pandas en zoológicos y reservas naturales en todo el mundo y unos 1.800 especímenes que viven en la naturaleza, según información de National Geographic.

Xin Xin representa la última embajadora de la conservación de estos animales en México, ya que se desconoce cuánto tiempo más podrá vivir, pero ha logrado superar la expectativa de vida. Su nombre significa esperanza y es la octava nacida en el Zoológico de Chapultepec.

Xin Xin es un oso panda que fue trasladado desde Venezuela al Zoológico de Chapultepec en la Ciudad de México.

El festejo de Xin Xin

El próximo 6 de julio, se realizará un homenaje al panda en medio de las conmemoraciones por los 100 años del Zoológico de Chapultepec. Las autoridades locales ya han comenzado a preparar las festividades y han instalado diferentes esculturas de animales en el lugar.

El festival "Animalística", que se llevará a cabo del 6 al 9 de abril, parece ser una de las actividades previas para celebrar el primer siglo de aniversario del zoológico emblemático de la Ciudad de México.

Las pandas como imagen diplomática

China ha iniciado una tradición de regalar pandas gigantes a diferentes naciones del mundo con las que entabla relaciones diplomáticas. Con el tiempo y la presión de los activistas, decidieron dejar de regalarlos y empezaron a prestarlos por un corto periodo de tiempo.

Según National Geographic, los gobiernos pagan un promedio de un millón de dólares para conservar estas especies prestadas dentro de sus zoológicos, puesto que la crianza de estos mamíferos es muy larga, difícil y cara. Todas las crías que son nacidas en el extranjero, pero son consideradas como propiedad de China, deben ser devueltas al país asiático.

En México, ha existido una larga tradición de osos pandas, y Xin Xin representa la última embajadora de la conservación de estos animales. Cada vez son más escasas las especies de animales en cautiverio que no pertenecen a China, lo que representa un reto para la conservación de la especie en América Latina y el mundo.