
Catalunya batió un récord al recoger un total de 3.590 tortugas Florida (Trachemys scripta), una especie invasora originaria de Estados Unidos, durante el año 2022, según ha informado este martes el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat.
Esta cifra récord ha sido registrada en la "Memoria de actuaciones de especies invasoras 2021-2022", un informe elaborado cada dos años por el Departamento de Acción Climática, que recopila información sobre las principales acciones llevadas a cabo para combatir las especies invasoras en la región.
La tortuga Florida llegó a Europa como resultado de su comercio como animal doméstico, y en Catalunya se ha extendido ampliamente por todo el territorio. Según el departamento responsable, la principal problemática asociada a la presencia de las tortugas Florida es su competencia con las especies autóctonas y el desplazamiento que generan.
La tortuga de Florida, conocida científicamente como Trachemys scripta, es un reptil de tamaño mediano a grande, que puede alcanzar los 20 a 60 centímetros de longitud. Se caracteriza por tener una mancha roja, naranja o amarilla en cada lado de su cabeza. Originariamente se distribuye por los Estados Unidos, desde el sureste de Virginia hasta el norte de Florida, y hacia el oeste hasta Kansas, Oklahoma y Nuevo México, así como en América Central y del Sur hasta Brasil.
Debido al comercio de animales exóticos, se ha producido un incremento en la comercialización de estas tortugas en Catalunya en los últimos años, alcanzando una cifra aproximada de 250.000 crías al año, antes de que se prohibiera su venta. Entre 1989 y 1997, se exportaron desde Estados Unidos más de 52 millones de ejemplares, la mayoría de los cuales tuvieron como destino Europa.
La tortuga Florida se encuentra dentro del grupo de las 100 especies exóticas invasoras más perjudiciales. Su presencia conlleva diversos peligros, entre ellos, la competencia con las especies autóctonas debido a su agresividad y su dieta variada. Además, estas tortugas alteran la estructura de la vegetación, transmiten enfermedades y parásitos a las tortugas nativas y a otras especies, y también pueden portar la bacteria de la salmonela.
Es necesario tomar medidas para controlar y mitigar el impacto de estas tortugas invasoras en Catalunya. Según el Departamento de Acción Climática, se están llevando a cabo acciones para limitar su expansión y reducir su población en áreas donde suponen una amenaza para las especies autóctonas. Estas acciones incluyen la captura y retirada de las tortugas Florida, así como campañas de concienciación para informar a la población sobre los riesgos asociados a su presencia.
Es importante destacar que la gestión de las especies invasoras es un desafío complejo que requiere la colaboración y participación de diversos actores, incluyendo las autoridades gubernamentales, organizaciones ambientales y la ciudadanía en general. La prevención y el control temprano son fundamentales para evitar que estas especies se establezcan y se reproduzcan en nuevos hábitats. Además, es necesario abordar las causas subyacentes de la introducción de estas especies invasoras, como el comercio ilegal de animales exóticos, y promover una mayor conciencia sobre los impactos negativos que pueden tener en los ecosistemas locales.
La situación de las tortugas Florida en Catalunya refleja un problema más amplio a nivel mundial. La introducción de especies invasoras es una de las principales causas de pérdida de biodiversidad y degradación de los ecosistemas. Se estima que las especies invasoras son responsables de aproximadamente el 40% de las extinciones de especies en todo el mundo. Por lo tanto, es crucial tomar medidas efectivas para prevenir y controlar la propagación de estas especies y proteger nuestros ecosistemas.
En el caso específico de las tortugas Florida, se requiere una gestión integral que incluya la colaboración entre diferentes entidades y la implementación de estrategias efectivas. Es fundamental llevar a cabo programas de monitoreo y seguimiento para evaluar la distribución y el impacto de estas tortugas en los ecosistemas locales. Además, se deben establecer medidas de control y erradicación, como la captura y retirada de individuos, especialmente en áreas sensibles y con alta presencia de especies autóctonas en peligro.
La educación y la concienciación de la población son elementos clave en la gestión de las especies invasoras. Es fundamental informar a la comunidad sobre los riesgos asociados con la compra y posesión de animales exóticos, así como sobre las consecuencias negativas de su liberación en la naturaleza. Promover alternativas responsables y sostenibles, como la adopción de mascotas autóctonas o el apoyo a programas de conservación, también puede ser una estrategia efectiva para reducir la demanda de especies invasoras en el mercado.
Además, es importante destacar que la protección y conservación de las especies autóctonas también juegan un papel fundamental en la prevención de la invasión de especies exóticas. La preservación de los hábitats naturales, la restauración de ecosistemas degradados y la promoción de la biodiversidad local ayudan a fortalecer los ecosistemas y hacerlos más resilientes frente a la invasión de especies foráneas.