El pasado 2 de febrero, se celebró la festividad de la Candelaria, una tradición muy arraigada en España. Sin embargo, este año la festividad en Jaén ha estado envuelta en polémica debido a la supuesta utilización de palomos disfrazados. La Junta de Andalucía ha abierto un expediente tras recibir un escrito presentado por la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (Anpba). Según esta asociación, el uso de palomos disfrazados en un festejo haría referencia a comportamientos impropios o tratos antinaturales a los animales.
La Ley 11/2003 de Protección Animal de Andalucía establece que no se deben someter a los animales a este tipo de acciones. Por ello, se ha llevado a cabo un procedimiento sancionador a una cofradía "por presunta infracción administrativa en materia de protección de los animales". Esta medida busca proteger los derechos de los animales, que son primordiales y uno de los más importantes a proteger.
La modificación del Código ha establecido que los animales no pueden ser considerados bienes o cosas. Este principio tiene que persistir debido a su importancia que refiere al bienestar animal. Por lo tanto, la localidad quiere tomar nuevas medidas y que situaciones similares a la ocurrida, no se vuelvan a repetir, y sobre todo, que se barajen otras opciones.
La Anpba ha pedido que estos palomos sean sustituidos por otros simbólicos, de atrezo. Se barajan opciones de que podrían ser de cerámica, arcilla o yeso e incluso de elaboración artesanal y reciclable. De esta manera, se asegura el cumplimiento de la ley de protección animal y se respeta el bienestar de los animales.
Es importante destacar que los palomos disfrazados son una tradición muy arraigada en Jaén. Esta festividad tiene su origen en la celebración de la Candelaria, en la que se lleva a cabo una procesión en la que los participantes lucen vestimentas de diferentes épocas y se realizan diversas actividades, entre ellas, la suelta de palomos disfrazados. Esta práctica se ha venido realizando desde hace muchos años y es muy valorada por los habitantes de la localidad.
Sin embargo, esta tradición ha generado controversia debido a la utilización de palomos disfrazados. Muchas personas consideran que esto es un acto de maltrato animal y que va en contra de los derechos de los animales. Por ello, la Anpba ha presentado un escrito a la Junta de Andalucía exigiendo la protección de los derechos de los animales.
La suelta de palomos disfrazados es una práctica que se realiza en diversas localidades de España. En algunas regiones, como en Valencia, esta tradición se lleva a cabo durante las fiestas de San Blas. En este caso, los palomos son soltados para buscar su comida y vuelven a su palomar. Esta práctica ha sido objeto de críticas por parte de diversas organizaciones animalistas, que la consideran un acto de maltrato animal.
Es importante destacar que existen diversas formas de celebrar las tradiciones sin necesidad de utilizar animales. En este sentido, se pueden utilizar elementos simbólicos, de atrezo, que no causen daño a los animales. Esta opción es cada vez más valorada por la sociedad y permite mantener las tradiciones sin necesidad de recurrir al maltrato animal.
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