El río Francolí, en Tarragona, muestra una preocupante escena de anguilas agonizando en charcas secas. Esta imagen podría ser una señal de lo que podría suceder en otros ríos y arroyos de Catalunya si la sequía no cesa. Sin embargo, la falta de agua no es el único factor responsable de la situación actual, según Víctor Álvarez, portavoz de Ecologistes en Acció en Tarragona. La explotación excesiva del agua para usos industriales y municipales también es un problema que afecta al caudal del río y su capacidad para llegar al mar.
Las imágenes como esta son cada vez más comunes y son el resultado de la degradación y explotación de los ríos. Esta situación podría replicarse en otros lugares de Catalunya si la escasez de agua persiste. Las rieras, a pesar de parecer secas, son espacios donde se concentra una cantidad sorprendente de biodiversidad, según Álvarez. En el río Francolí, por ejemplo, se encontró hace dos años un pez fraile procedente de una de estas rieras adyacentes, hecho que es impensable en el paisaje árido actual.
La reducción de poblaciones de peces autóctonos es un riesgo existente, según Marc Ordeix, del centro de estudios de los ríos mediterráneos (CERM). Las especies que viven en nuestros ríos están habituadas a resistir sequías y superar episodios de mortandad, pero el proceso de recuperación podría no ser el mismo con la situación actual. La falta de lluvias ya está teniendo consecuencias en varios tramos de la Tordera, donde el río se mantiene gracias a la aportación de las depuradoras. Sin embargo, la situación es diferente en otros tramos, y esto está afectando a las especies autóctonas, como el barbo de montaña o el cacho.
En general, los primeros análisis de la fundación Rivus muestran una regresión de las especies autóctonas, como el barbo de montaña o el cacho. Las especies invasoras, como los piscardos, son las dominadoras en la Tordera. En el Besòs, la presencia de ejemplares exóticos es mayor, incluyendo barbos del Ebro, carpas o gambusias.
La situación en las rieras secundarias es aún más preocupante, como lo que está sucediendo en la riera de Vallvidrera, donde solo se han detectado dos especies autóctonas: el barbo colirrojo y la anguila. Según el parque natural de Collserola, la situación es crítica. La calidad ecológica de este ecosistema es deficiente y el caudal es muy débil. La pérdida de población en las especies de peces es imperceptible, pero la desaparición de estas especies podría ser un proceso irreversible, según Ordeix.
Los ríos del noreste de Catalunya, antes permanentes durante todo el año, se están convirtiendo cada vez más en ríos temporales, lo que dificulta la reproducción de algunas especies, como las truchas. Estas especies están sufriendo mucho y necesitan aguas frías para sobrevivir, lo que se está volviendo cada vez más difícil debido a la sequía.
Es importante destacar que los efectos de la sequía en los ríos y arroyos de Catalunya no solo afectan a las especies de peces y animales acuáticos, sino que también tienen un impacto directo en la vida de las personas. Muchas comunidades dependen de los ríos y arroyos para obtener agua potable y para riego, por lo que la falta de agua también puede tener consecuencias graves en la agricultura y la ganadería. Además, la sequía también puede afectar a la calidad del agua y aumentar el riesgo de incendios forestales.
En respuesta a esta situación, muchos grupos ecologistas están trabajando para concientizar a la población sobre la importancia de cuidar los ríos y arroyos de Catalunya. Estos grupos han estado realizando actividades como la limpieza de ríos y la plantación de árboles en las zonas cercanas a los cursos de agua, con el objetivo de mejorar la calidad del agua y proteger la biodiversidad.
También se están llevando a cabo esfuerzos para reducir el consumo de agua en las industrias y hogares, así como para fomentar el uso de tecnologías más eficientes en el uso del agua. Estas medidas pueden ayudar a aliviar la presión sobre los ríos y arroyos de Catalunya y a garantizar su supervivencia a largo plazo.
En conclusión, la sequía en los ríos y arroyos de Catalunya está teniendo un impacto negativo en la biodiversidad y en la vida de las personas que dependen de estos recursos hídricos. Es importante que se tomen medidas para proteger y cuidar estos ecosistemas, incluyendo la reducción del consumo de agua y la implementación de prácticas sostenibles en las industrias y hogares. Solo así se podrá garantizar la supervivencia de estas especies y la calidad del agua en Catalunya.
.png)
