Imagina salir de casa por tan solo una hora y al regresar, encontrarte con un escenario que te hiele la sangre. La verja que rodea tu hogar está destrozada y lo que es aún peor: tus perros han desaparecido. A pesar de la angustia que te embarga, poco a poco los vas localizando, pero hay uno que se ha esfumado sin dejar rastro.
Los días pasan, las semanas se acumulan y ya suman dos meses sin noticias de Scooby, un gran danés que hace honor al nombre de su raza. Con sus 70 kilos de peso y una altura de 1 metro a la cruz, es imposible pasar desapercibido. Sin embargo, nadie parece haberse cruzado con él en todo este tiempo.
Su humana, conocida en Instagram como @debocampanilla, reside en un cortijo en Atarfe, un pueblo de Granada, junto a sus cinco caninos, cuatro gran danés y un American Staffordshire Terrier. Debo, de 1.63 metros de estatura, se encuentra perpleja ante la ausencia de Scooby, cuya cabeza, cuando está sentado, alcanza su pecho.
El drama se desencadenó el pasado 10 de julio cuando Debo regresó a casa y se encontró con la escena de la verja rota y sus queridos perros desaparecidos. "Parece que rompieron la verja al ver a otros perros fuera y se fueron los cinco", relata Debo. Salió en busca de ellos de inmediato y, en cuestión de minutos, localizó a cuatro de sus mascotas cerca de casa. Sin embargo, Scooby no aparecía por ningún lado.
"Ese día hacía 47 grados, un viento que era fuego…", recuerda Debo. La ola de calor que azotaba Granada en pleno julio aumentaba aún más su preocupación por encontrar a Scooby, ya que las altas temperaturas no son nada recomendables para los perros.
Debo tenía la esperanza de encontrar a su compañero canino pronto. Ella misma comenta: "Scooby es el único que no se separa para nada de los demás, él jamás se separa del grupo"; "Si hubiera sido uno de los otros, no me hubiera extrañado porque son cachorros todavía y se podrían haber distraído, pero Scooby…".
La desesperación se apoderó de Debo, y pronto recurrió a todas las medidas posibles para encontrar a su amado Scooby. Presentó denuncias ante las autoridades, colocó carteles por todas partes y movilizó las redes sociales en un esfuerzo por recuperar a su gran danés. La solidaridad de la comunidad fue abrumadora, con muchas personas uniendo fuerzas para buscar a Scooby, utilizando motos y explorando las montañas y las cuevas. Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos, no hubo noticias de Scooby.
"No sé cómo agradeceros tanto a todos", expresó emocionada Debo, conmovida por el apoyo recibido. La esperanza se mantenía viva, pero con el tiempo, la incertidumbre y el miedo a lo desconocido comenzaron a socavar la moral de Debo.
Durante nuestra conversación, Debo tuvo momentos en los que hablaba de Scooby en pasado, reflejando el dolor de su prolongada desaparición. La espera se hizo insoportable, y justo cuando parecía que las esperanzas se desvanecían, ocurrió algo que renovó su fe.
El lunes, 4 de septiembre, Debo recibió una llamada de una señora que afirmaba haber visto a Scooby en Monachil, otro pueblo de Granada ubicado a unos 25 kilómetros de Atarfe, es decir, a casi media hora de donde se perdió. La noticia proporcionó un rayo de esperanza, pero también inquietud. La testigo describió al gran danés como un poco decaído y no pudo atraparlo.
Debo se apresuró a dirigirse a Monachil, donde colocó carteles y buscó pistas sobre su fiel compañero. Un camarero aseguró haberlo visto hace dos semanas, quedando impresionado por su imponente tamaño. Otra vecina de una panadería también afirmó haber visto al perro en esa fecha.
Sin embargo, la desesperación de Debo la llevó a cuestionarse si alguien podría haber inventado la historia para alejarla de la zona donde había estado buscando a Scooby. Las dudas no hacían más que aumentar la ansiedad de una familia que anhela el regreso de su adorado compañero de cuatro patas.
Una vez más, Debo está dispuesta a mover cielo y tierra para encontrar a Scooby, ahora en Monachil. Si alguien tiene información o da con el paradero de Scooby, por favor, no duden en comunicarse de inmediato con la policía de Monachil o con el teléfono de Debo: 677 71 96 55. Cualquier ayuda sería un regalo inmenso para esta familia que anhela reunirse con su querido Scooby.
La historia de Scooby es un recordatorio impactante de la importancia de la comunidad y el apoyo en momentos de desesperación. La solidaridad de aquellos que se han unido para buscar a este gigante de cuatro patas es un ejemplo de la bondad humana y la fuerza de la conexión entre los seres humanos y sus mascotas. La historia de Scooby también resalta la necesidad de mantener la esperanza incluso en los momentos más oscuros, porque nunca se sabe cuándo el destino puede dar un giro inesperado y traer a un amigo peludo de vuelta a casa.
En un mundo en constante cambio y a menudo abrumado por las noticias negativas, la historia de Scooby nos recuerda la importancia de difundir la esperanza y la solidaridad. Las redes sociales y la movilización comunitaria han demostrado ser herramientas poderosas para unir a las personas en la búsqueda de un objetivo común: el regreso seguro de un ser querido. No importa cuán desafiante sea la situación, la perseverancia y el amor por nuestras mascotas pueden superar todas las barreras.
A medida que continuamos siguiendo la búsqueda de Scooby y la valiente determinación de Debo, recordemos que la historia de este gran danés es un recordatorio de la importancia de cuidar y proteger a nuestros amigos de cuatro patas. También es una lección de que, cuando nos unimos como comunidad, podemos lograr cosas increíbles.