En Madrid Río, un vergel lleno de vida, el agua discurre con calma, pero entre los vecinos no parece haber mucha comodidad. Un pato azulón nada río abajo hasta que un ganso del Nilo lo ataca y lo arrincona. La vistosa anátida es una especie exótica invasora originaria de África que en las últimas décadas está conquistando España, especialmente en Cataluña, Extremadura y la Comunidad de Madrid. Su presencia supone un peligro para los animales locales y, cuanto más tiempo pase sin actuaciones, más difícil será encontrar una solución.
Álvaro Luna, doctor en Biología y coordinador del área de Ciencias Ambientales de la Universidad Europea de Madrid, explica que los gansos del Nilo son muy territoriales y agresivos: "Se les ha visto atacar a otras especies, incluso matar a algunos polluelos, y al final expulsan a los animales autóctonos de los lugares en los que viven y anidan". En zonas como Madrid, los patos reales ya no están presentes o no crían, han desaparecido con la llegada de los gansos. Luna ve en la proliferación de estas aves un problema claro: "Son especies foráneas que, además, se están asentando en núcleos urbanos, por lo que es aún más difícil que tengan depredadores y que su población se autocontrole".
El ganso del Nilo en un animal anseriforme bastante más grande que otros con los que convive y ataca de forma clara. "Crían mucho y sacan a la mayoría de polluelos adelante. Es normal que la gente que viva por zonas donde llevan unos años hayan visto crecimientos exponenciales", afirma Blas Molina, técnico de SEO. En la última década, las cifras de esta especie exótica invasora en España se han disparado. Tanto que, desde el año pasado, el Gobierno de la Comunidad de Madrid permite a los cazadores abatir ejemplares de esta especie que ya llena la mayoría de los lagos de la región. Pero la población sigue multiplicándose. En la capital, estos animales ya están presentes y criando en Madrid Río, pero también en el parque de Valdebernardo, en la Casa de Campo e, incluso, se han visto parejas con crías en el Retiro.
El estudio más detallado sobre la situación de este animal en Madrid lo hizo la ONG Seo/BirdLife, que en mayo de 2019 publicó un censo de la población en Madrid Río. Contaron unos 62 ejemplares en seis kilómetros de río, pero añadieron que podrían ser más. En aquel momento, ya hablaban de un crecimiento continuo, que había pasado de un primer avistamiento en la zona en 2013 a tener unas ocho parejas reproductoras, y de problemas con la fauna autóctona. "Ya en Madrid Río se han observado molestias a gallinetas comunes (Gallinula chloropus), ánades azulones (Anas platyrhynchos), cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo) e, incluso, gaviotas sombrías (Larus fuscus), y en zonas cercanas se ha visto a gansos del Nilo depredando huevos de otras especies. Estos datos indican que la presencia del ganso del Nilo en Madrid Río está causando problemas para la fauna autóctona y que su población está en crecimiento continuo. Además, se han observado ataques a otras especies de aves y la depredación de sus huevos. Esto es especialmente preocupante, ya que puede provocar una disminución en la población de otras especies y desequilibrar el ecosistema. Es fundamental que se tomen medidas para frenar la expansión del ganso del Nilo en Madrid Río y proteger la biodiversidad de la zona.
La llegada de especies exóticas invasoras puede tener graves consecuencias para la biodiversidad de un ecosistema. Los animales y plantas autóctonos pueden ser desplazados o incluso extinguidos por las especies invasoras, que no encuentran depredadores naturales y se adaptan muy bien al medio. En el caso del ganso del Nilo, su proliferación puede suponer una amenaza para otras especies de aves y animales autóctonos. Además, su expansión en zonas urbanas puede provocar conflictos con los humanos, ya que son animales territoriales y agresivos.
La situación del ganso del Nilo en España es preocupante, ya que su presencia se ha extendido por diversas regiones del país y no se ha llevado a cabo ningún plan coordinado para intentar frenar su expansión. Los expertos advierten del peligro que supone esta especie invasora y de la necesidad de actuar cuanto antes para evitar consecuencias mayores en el futuro.
Aunque la caza de esta especie puede ayudar a controlar su población en algunas zonas, no es una medida coordinada entre las distintas regiones y no se está llevando a cabo de forma suficientemente efectiva. La falta de voluntad y de fondos para abordar el problema de las especies exóticas invasoras puede tener graves consecuencias para la biodiversidad y la salud de los ecosistemas.
En definitiva, es necesario tomar medidas urgentes para intentar frenar la expansión del ganso del Nilo en España y evitar que se convierta en un problema mayor en el futuro. Es fundamental que las autoridades y los expertos trabajen de forma coordinada y con los recursos necesarios para abordar esta situación y proteger la biodiversidad de nuestro país.
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