Los dragones azules, una rara especie de moluscos similares a las babosas de mar, han vuelto al Mediterráneo después de trescientos años sin noticias. La aparición de varios ejemplares en playas de Torrevieja, Orihuela y Guardamar del Segura ha sido calificada como excepcional por biólogos y naturalistas. Según explican Juan Antonio Pujol, Raquel López Esclápez y Nicolás Ubero en un artículo que ha sido publicado en la revista 'Mediterranean Marine Science' y en 'Quercus', este hallazgo es "un extraordinario hallazgo que acrecienta el halo de misterio sobre la presencia en nuestras costas de este pequeño invertebrado marino".
Los dragones azules son invertebrados de pequeño tamaño, apenas tres centímetros de longitud, "con seis expansiones corporales laterales muy ramificadas y una singular coloración azul marino en el vientre y plateada en el dorso que les otorga un perfecto camuflaje en la superficie del mar, ya que viven flotando boca arriba en la capa superficial del mar". Estos moluscos se alimentan de medusas y, en particular, de cnidarios hidrozoos como la carabela portuguesa. Los biólogos afirman que, aunque son capaces de concentrar en sus tejidos las células urticantes características de las especies que consume, por lo general no son peligrosos para los humanos.
En el verano de 2021, después de tres siglos sin noticias de los dragones azules en el Mediterráneo, se recogieron varios ejemplares que quedaron varados en playas de Torrevieja, Orihuela y Guardamar. Los biólogos Juan Antonio Pujol, Raquel López Esclápez y Nicolás Ubero relatan en su artículo este "descubrimiento". En la playa de La Mata, en Torrevieja, se encontraron tres ejemplares y en la cala de Las Estacas, en Orihuela, se encontraron otros tres. Los seis dragones azules hallados en Orihuela y Torrevieja fueron hallados vivos, aunque acabaron muriendo a las pocas horas.
Los coordinadores de socorrismo de los tres municipios costeros fueron fundamentales para que el hallazgo pudiera documentarse oficialmente. Las citas de los biólogos han sido incorporadas al Banco de Datos de Biodiversidad de la Comunidad Valenciana. Según los expertos, "ocasionalmente entran en el Mediterráneo aprovechando la corriente atlántica superficial del estrecho de Gibraltar". Esta corriente también permite compensar las pérdidas que se producen en el Mediterráneo por evaporación en un proceso que se prolonga durante siglos.
La presencia de los dragones azules en el Mediterráneo ha sido objeto de debate entre los científicos. Algunos expertos creen que los dragones azules pueden haber llegado a las costas del Mediterráneo debido al calentamiento global, mientras que otros piensan que la presencia de estos animales en la zona es un fenómeno natural. Según explica Francisco Javier García Carrascosa, catedrático de Biología Marina de la Universidad de Alicante, "estos animales se encuentran en el Mediterráneo como consecuencia de las corrientes oceánicas y los cambios en la temperatura del agua. La corriente atlántica superficial del estrecho de Gibraltar, que lleva agua más caliente y salada del Atlántico, puede ser un factor importante en la presencia de los dragones azules en la zona. Además, los cambios en la temperatura del agua pueden estar afectando la distribución de las especies marinas en todo el mundo, y los dragones azules no son una excepción".
Por otra parte, algunos expertos afirman que la presencia de los dragones azules en las costas del Mediterráneo puede ser beneficiosa para el ecosistema de la zona. Según explica el biólogo marino Francisco Sánchez, "los dragones azules se alimentan de medusas y, en particular, de la carabela portuguesa, que es una especie invasora en el Mediterráneo. La presencia de los dragones azules puede ayudar a controlar la población de esta especie y evitar que se extienda por la zona".
En conclusión, la aparición de los dragones azules en las costas del Mediterráneo es un fenómeno excepcional que ha despertado el interés de los biólogos y naturalistas. Estos animales, que habían sido vistos por última vez en la zona hace trescientos años, han vuelto a aparecer en playas de Torrevieja, Orihuela y Guardamar del Segura. Los expertos afirman que la presencia de los dragones azules en el Mediterráneo puede ser un indicador del cambio climático en la zona, pero también puede tener consecuencias graves para el ecosistema de la zona. Por otra parte, algunos expertos afirman que la presencia de los dragones azules puede ser beneficiosa para la zona, ya que pueden ayudar a controlar la población de especies invasoras como la carabela portuguesa.
En cualquier caso, es importante seguir investigando sobre la presencia de los dragones azules en el Mediterráneo y analizar las posibles consecuencias que esto puede tener para el ecosistema de la zona. La colaboración entre los biólogos y naturalistas, así como la participación activa de la población, pueden ser clave para entender mejor este fenómeno y tomar las medidas necesarias para proteger el ecosistema de la zona.
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