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El Agility: deporte canino que une familias

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Daniela

Juan Carlos Álvaro nunca imaginó que la compra de un perro para su hijo desencadenaría una serie de eventos que los llevarían a ganar un campeonato de España de Agility, mucho menos con un caniche toy. Pero ahora puede decir con orgullo que practicar este deporte y compartir el hobby con su hijo es "una experiencia increíble". La historia de este padre de 56 años y su hijo, Juan Carlos Jr. de trece es un ejemplo de cómo los animales pueden ayudarnos a estrechar los lazos familiares a través de las diferentes actividades que podemos realizar con ellos.

Juan Carlos Jr. estaba decidido a tener un perro a los siete años, y su padre aceptó con una condición: el niño tenía que comprometerse, no solo a cuidar y hacerse cargo del perro, si no también a realizar alguna actividad con él. Fue así como padre e hijo visitaron distintas disciplinas deportivas en España, y el niño se enamoró del Agility desde el primer momento. "Lo vio y no quiso seguir viendo más opciones, quería hacer aquello de los túneles y las rampas", recuerda Álvaro padre. Así llevaron a casa un Caniche toy.

Al principio, padre e hijo iban fenomenal juntos, pero cuando el animal entró en su época adolescente, dejó de hacer caso, no solo a Juan Carlos Jr., sino también a todo el mundo. En ese momento, su entrenadora tuvo que ser operada, y le pidió que entrenara a sus perros durante la rehabilitación. De hecho, Juan Carlos padre consiguió clasificarlos para el campeonato de España, y decidió quedarse con el Caniche toy. Trajeron una Perra de aguas para él, para que empezara a competir.

Aunque la familia Álvaro planteó el Agility como un hobby, tras la recomendación de su profesora, Juan Carlos Jr. decidió entrar en las competiciones con tan solo siete años. "Es super aconsejable para todos los niños porque te rodeas de los mejores de España y eso engancha mucho", comenta el hijo. "Aunque me sentía nervioso y con mucha presión por la cantidad de gente que había, también me sentía muy orgulloso de estar allí, al lado de gente que para mí eran ídolos", añade. "Puede resultar muy difícil al principio, pero en realidad es una cuestión de constancia, trabajo y mucho empeño".

Mientras Juan Carlos Jr. empezaba a destacar en las competiciones de Agility, su padre decidió trabajar con Brown, el Caniche toy, un adolescente rebelde. "Normalmente los hijos hacen los deportes que hacen los padres, en mi caso fue al revés", reconoce Álvaro padre. "Practicar Agility con él me pareció una experiencia fantástica. A nivel de sensaciones, recuerdo, de los primeros ejercicios que hicimos juntos, la mayor satisfacción que me ha dado la vida fue cuando el perro hizo un Slalom completo (ejercicio que consiste en atravesar una línea de palos en zig-zag)".

Padre e hijo compiten junto a sus perros, Brown y Oreo, en diferentes campeonatos.

El esfuerzo que le ha supuesto a Álvaro padre trabajar y conseguir los resultados con Brown es un claro ejemplo de perseverancia y paciencia. "He tenido que trabajar mucho con él, pero ahora estoy encantado", expresa.

Padre e hijo compiten junto a sus perros, Brown y Oreo, en diferentes campeonatos. Quién sabe, algún día podrían competir el uno contra el otro, aunque lo más importante para ambos es lo que aporta este deporte a su vínculo con sus compañeros de cuatro patas.

Los educadores caninos comenzaron a trabajar juntos cuando solo tenían cuatro perros, pero la familia ha crecido y ahora conviven con diez perros en casa. No obstante, solo siete de ellos acuden a los espectáculos y a la escuela de educación canina, ya que los otros tres son demasiado viejos para hacerlo. "Lo nuestro no es un trabajo, es un estilo de vida, te acoplas a vivir con los perretes y al final va todo a favor de ellos, por eso es muy importante educarlos muy bien", aseguran.

El Agility es un deporte relativamente desconocido entre los dueños de perros en España. Sin embargo, cada vez más personas se unen a él, como comenta Juan Carlos padre: "Uno de mis compañeros ha adquirido un perro y se va a animar a entrenar y competir". Juan Carlos Jr. también recomienda el Agility a cualquier persona que quiera entretenerse o competir con su perro. "Ayuda a mejorar el vínculo con el perro y pasas tiempo con él, es una conexión especial".

Padre e hijo están de acuerdo en que para tener un perro en casa, lo mejor que se puede hacer es enseñarle algo, practicar algún deporte o disciplina. "Al final, terminas queriendo mucho más a tu perro por las cosas que hacéis juntos", comenta Juan Carlos padre. "En nuestro club, el 70% de la gente que va solo lo hace por practicar algún deporte con su perro, por hobby, mientras que solo el 30% restante compite", explica. "Además, no hay barreras, puedes practicarlo con cualquier perro y es beneficioso física y mentalmente tanto para el perro como para las personas".

El Agility es una actividad emocionante y emocionalmente enriquecedora para dueños y perros. Permite a los dueños estrechar los lazos con sus mascotas mientras practican una actividad física. Además, el Agility mejora la salud mental y física del perro y estimula su inteligencia. Los perros que practican deportes y actividades físicas son menos propensos a padecer problemas de salud mental y física.

El Agility es un deporte que requiere habilidades y destrezas tanto del perro como del dueño. Los perros necesitan estar en buena forma física y mental para realizar las tareas y obstáculos que se presentan en el Agility. Los dueños, por su parte, deben estar en buena forma física y tener una buena coordinación y comunicación con su perro para guiarlo a través del curso.