Protección

El Acebuche celebra cinco nuevas crías de lince ibérico

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Daniela

El centro de cría de lince ibérico de El Acebuche, ubicado en Almonte, en el Espacio Natural de Doñana, ha sido el escenario del nacimiento de cinco nuevas crías de lince ibérico a finales de marzo y principios de abril. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha publicado en su cuenta de Twitter que se trata de "un bello acto de esperanza para la especie y un motivo más, si es que es necesario, para proteger su hábitat".

Las crías están siendo controladas y vigiladas en el centro de El Acebuche, que es gestionado por el Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN) del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Según Europa Press, se han producido dos alumbramientos: uno el día 30 de marzo y otro el 9 de abril. Las madres de los recién nacidos son Nala y Juromenha, y a los cachorros no se les pondrá nombre "hasta que pasen unos meses".

En cuanto a los datos de 2022, en el centro de El Acebuche nacieron un total de siete crías de lince, de las cuales cuatro nacieron el 29 de marzo de 2022 de la hembra Parra, y las otras tres crías nacieron el 12 de marzo de 2022, pertenecientes a las hembras Juromenha y Madroña. Desafortunadamente, uno de los cachorros de Madroña falleció días después por una septicemia debida a una cepa de la bacteria Escherichia coli, según los análisis preliminares de la necropsia realizada.

La conservación del lince ibérico sigue siendo un desafío, ya que la especie todavía se encuentra en peligro crítico de extinción.

A nivel nacional, durante el mismo año, han nacido 43 crías de lince en todo el país (20 machos y 23 hembras), sumando las siete crías nacidas en El Acebuche. De estas, nueve nacieron en Zarza de Granadilla, 14 en La Olivilla, diez en Silves y tres en el Zoo de Jerez.

El centro de cría del lince ibérico de El Acebuche es uno de los principales impulsores del Programa de Conservación Ex-situ del Lince Ibérico, que se inició a finales del año 2003. En 2005, tuvo lugar el primer nacimiento en cautividad de esta especie de felino en peligro de extinción, y hasta la fecha, 126 de los cachorros de lince ibérico nacidos en sus instalaciones han salido adelante, 70 de los cuales han sido liberados al medio natural en diferentes puntos de la Península Ibérica para favorecer la recuperación de las poblaciones salvajes de esta especie.

La gestión del centro de cría del lince ibérico de El Acebuche la lleva a cabo el Organismo Autónomo Parques Nacionales, perteneciente al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Este organismo también gestiona y sufraga el programa de cría en cautividad del lince ibérico desarrollado en el centro de cría Zarza de Granadilla, del que es propietario, y en los centros de cría de La Olivilla y Silves. Todos estos centros están englobados en el programa de conservación ex-situ del lince ibérico, que tiene como objetivo proteger a esta especie en peligro de extinción.

El lince ibérico es el felino más amenazado del mundo y su conservación es crucial para mantener la biodiversidad en la península ibérica. En la década de 1990, la población de lince ibérico disminuyó drásticamente debido a la pérdida de hábitat, la caza furtiva y la falta de presas. Afortunadamente, gracias a los esfuerzos de conservación, la población ha aumentado en los últimos años, pero todavía queda mucho por hacer para garantizar su supervivencia a largo plazo.

La estrategia de conservación del lince ibérico se basa en dos pilares: la conservación in-situ y la conservación ex-situ. La conservación in-situ se centra en proteger y restaurar el hábitat del lince ibérico, mientras que la conservación ex-situ se centra en la cría en cautiverio y la reintroducción en la naturaleza.

El programa de cría en cautiverio del lince ibérico ha sido un éxito en los últimos años, y ha contribuido a aumentar la población de lince ibérico en la península ibérica. Además, la liberación de ejemplares criados en cautiverio ha mejorado la diversidad genética de la población salvaje.

Sin embargo, la conservación del lince ibérico sigue siendo un desafío, ya que la especie todavía se encuentra en peligro crítico de extinción. La pérdida de hábitat, la fragmentación del paisaje y la mortalidad por atropellos son algunas de las amenazas más importantes para su supervivencia. Por lo tanto, es necesario seguir trabajando en la conservación in-situ y ex-situ, y en la sensibilización de la sociedad sobre la importancia de la conservación del lince ibérico y su hábitat.

En resumen, el nacimiento de cinco nuevas crías de lince ibérico en el centro de cría de El Acebuche es una buena noticia para la conservación de esta especie en peligro de extinción. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer para garantizar la supervivencia a largo plazo del lince ibérico. La conservación in-situ y ex-situ son fundamentales para proteger a esta especie y garantizar su supervivencia en la península ibérica.