La llegada de un segundo gato a la casa puede ser complicada si no se llevan a cabo algunas medidas fundamentales que están destinadas a la adaptación. Es por eso que es importante conocer la tolerancia del gato que ya vive en el hogar antes de tomar la decisión de incorporar otro gato. En muchos casos, siguiendo una serie de recomendaciones, se puede lograr que la situación sea amable o, al menos, tolerable para tutores y mascotas.
Los gatos son animales de compañía muy populares debido a su adaptabilidad a los horarios del mundo moderno. Sin embargo, también son muy posesivos con sus tutores y, por lo tanto, con la llegada de otro gato, el equilibrio de las relaciones del grupo puede alterarse seriamente, generando una situación violenta y compleja de resolver.
Para evitar problemas de convivencia, es importante preparar al gato que ya vive en la casa para que acepte al nuevo gato. La presentación debe hacerse priorizando el sentido del olfato, que es superior al del ser humano. En primera instancia, será el olfato el signo que servirá como un canal de conexión entre ambos animales.
Es recomendable aprovechar la dinámica del olfato y utilizar feromonas de apaciguamiento en forma de difusor en el ambiente del encuentro. Para evitar competencia afectiva indeseable, es preferible que el nuevo gato no llegue en brazos del tutor, sino a través de un familiar o de un amigo. El acercamiento debe ser lento y progresivo, vigilando atentamente cualquier acto de agresión.
Para facilitar la aceptación del nuevo gato, se puede intentar que el residente asocie su llegada con un acto agradable, como brindarle un juguete nuevo o un alimento muy sabroso que le guste. Esto ayudará a que asocie al recién llegado con un elemento positivo, lo que puede ser el principio de una sana empatía. Durante los primeros días, al momento de comer y hacer sus necesidades, los gatos deben estar separados.
Es importante recordar que el número de bandejas sanitarias debe ser igual al número de animales más uno para evitar que el residente sienta la invasión del nuevo gato, lo que complicaría su aceptación. Además, es importante jugar intensamente con ambos para distraer a nuestro felino y evitar que ataque al recién llegado. También es necesario evitar que la vida y los hábitos de nuestro gato cambien drásticamente debido a la llegada del nuevo gato, generando un factor adicional de inestabilidad.
Es fundamental supervisar los primeros acercamientos entre los gatos, y el tiempo para que se junten sin preocupación es muy variable, abarcando desde una semana hasta meses según la tolerancia individual de cada gato. De esta forma, se llegará a una convivencia pacífica y armónica entre los felinos en el hogar.